Bonito a la plancha con gnocchi salteados y pisto manchego

Ingredientes

– 4 buenos filetes de bonito, que ahora está en su mejor sazón

– 200 gr de gnocchi frescos

– 1 kilo de cebolla cortada en daditos

– 1 kilo de los mejores tomates bien maduros

– 1 kilo de calabacín cortado en daditos

– ½ kilo de pimiento rojo en daditos

– ¼ kilo de pimiento verde en daditos

– 200 gramos de tocino de jamón ibérico (opcional)

– Aceite de oliva virgen extra

Preparación

Encargamos al pescadero unos buenos filetes de bonito al gusto del consumidor, en La Burbujería nunca servimos menos de 200 gramos de pescado limpio en las raciones, y por no afinar se nos suelen ir mas bien cerca de los 250 gramos. También podemos pedir el bonito entero y disfrutar los diferentes cortes que nos ofrece.

Ya con el pescado en casa procedemos a preelaborar las verduras y ponemos en marcha el pisto. En nuestro caso usamos simultáneamente el horno y los fuegos para ir adelantando procesos. Es una elaboración que permite muy bien la congelación y es un fondo de armario ideal para cualquier cocina por lo que recomiendo hacer una tonelada.

En primer lugar, ponemos a pochar la cebolla con el aceite de oliva, un toque de sal y el tocino del jamón si nos apetece ponerlo. Mientras se pocha, metemos en dos bandejas diferentes al horno, a 180ºC el calabacín en daditos y los tomates enteros para que se vayan asando y pierdan humedad. El calabacín lo iremos moviendo cada 15 minutos hasta que se reduzca al menos a una cuarta parte de su volumen inicial. Los tomates requerirán al menos una hora para perder agua, concentrar el sabor y ablandarse por completo.

Mientras tanto, podemos añadir a la cebolla los pimientos rojos y verdes y, a fuego suave, los dejamos pochar con paciencia y con la cacerola destapada para que pueda salir libremente la humedad. Movemos de vez en cuando.

En aproximadamente una hora, estarán listos los tomates y los calabacines, estos últimos los incorporamos al sofrito y los tomates los incorporamos pasándolos antes por un colador para descartar las pieles y semillas.

Una vez todo mezclado, lo dejamos a fuego bajo una hora más, para que se integren los sabores, retiramos el trozo de tocino que ya ha hecho su noble trabajo y rectificamos de sal y quizás añadiremos un poco de azúcar.

Personalmente, me gusta añadirle un chorrito del mejor aceite de oliva de primera prensada en el ultimo momento, justo antes de servirlo, para aportarle su característico aroma.

Por otro lado, ponemos un cazo de agua a hervir con dos litros de agua y 50 gramos de sal gruesa. Cuando rompe el hervor, echamos los gnocchi y le damos un par de vueltas para que no se peguen al fondo. En unos minutos estarán listos, la forma de estar seguro es ir cogiendo con una espumadera aquellos que salen a flote para dejarlos reposar en una bandeja con un poco de aceite para que no se apelmacen.
En el momento de servir, calentamos una sartén y los salteamos para que cojan un ligero color dorado y los servimos directamente.

A la vez, marcamos en la plancha, grill o barbacoa los trozos de bonito, que habremos dejado atemperar, solo aderezados con sal y un poquito de aceite (sin aceite si es en parrilla de carbón) y los cocinamos al gusto. Preferible quedarse corto que dejarlos secos, pero sobre gustos no vamos a debatir.

En el emplatado ponemos las tres elaboraciones, una parte de cucharadas de pisto a un lado, gnocchi al otro, y en el centro apoyado sobre éstos y sin mancharse mucho con el pisto, pondría el atún y, ahora si, le rascaría un poco de pimienta negra con el molinillo.

Y si hemos comprado  el bonito entero y queremos aprovechar los recortes y la carne mas pegada a las espinas, podemos rascar esta con una cuchara y picarla a cuchillo.
Añadimos cebollas pochadas, un poco de cilantro al gusto, sal, pimienta blanca, un par de huevos batidos y un puñadito de harina de garbanzos.
Boleamos, enharinamos y freímos y tendremos unas magníficas albóndigas